Esta exposición comparte un espacio personal, casi secreto, de libertad, en el mismo acto de dibujar. Líneas sobre el papel, que abandonan esa condición para relacionarse con el espacio, donde, lejos de querer representar nada, buscan establecer relaciones espaciales a través de la geometría.

Son objetos que resultan de construir unas líneas en el aire, del mismo grosor que el trazo del lápiz que los había fijado sobre el papel; líneas que se reconocen a sí mismas, o entre ellas, simplemente por afinidad. Al superponerse podrán, quizás, sugerir lugares transitables; otras veces, la mayoría, simplemente no tendrán ningún propósito.