La Capella inaugura la temporada de Barcelona Producció 2025 reafirmando su papel como epicentro de la creación contemporánea en Barcelona, con dos exposiciones: Caca banal de Daniel Moreno Roldán en el Espai Capella y Mañana será otro día de Pol Clusella Arimany en el Espai Rampa. Este ciclo, caracterizado por su enfoque en la exploración de narrativas emergentes, vuelve a destacar como plataforma de apoyo a proyectos artísticos innovadores. La programación de este año presenta un mosaico de propuestas que se articulan en torno a tres ejes principales: virtualidad, identidad y meta-discurso, reflejando preocupaciones contemporáneas desde un presente inquieto, incierto y en acelerada transformación.
La virtualidad explora cómo las tecnologías digitales reconfiguran nuestra percepción del arte y del mundo, interpelándonos con alertas sobre un posible colapso global y colocando sobre la mesa debates como el impacto de tecnologías robóticas. La identidad, por su parte, se centra en un activismo artístico plural que aborda temas como la condición migrante, la pertenencia telúrica, la perspectiva de género y la memoria histórica, cuestionando las dinámicas sociales contemporáneas desde diversas perspectivas tanto biográficas como colectivas. Finalmente, el meta-discurso plantea una reflexión sobre el propio sistema del arte mediante dinámicas de crítica institucional y la búsqueda de nuevas formas de interacción entre las obras, las instituciones y el público.
Lxs artistas que protagonizan el Barcelona Producció 2025 son: Xavier Acarín Wieland, María Alcaide (Aracena, 1992), Júlia Barbany, Ona Bros (Lérida, 1977), Orne Cabrita, Luca Carrubba (Italia, 1981) y Eurídice Cabañes (Valencia, 1983) (Arsgames), Pol Clusella Arimany (1994), Édouard Decam (Libourne, 1978) y Théophile Seyrig, Grup d’Estudi, Pol Merchan (Lleida, 1980), Daniel Moreno Roldán (Barcelona, 1990), Alex Palacín (Barcelona, 1989), Alba Rihe (Granollers, 1988), Milena Rossignoli (Quito, 1990), Rubén Sánchez Salas, Dania Shihab (Baghdad, 1982) y Heidi Valda (Bolivia, 1986).
Comprometida con su objetivo de acompañar, intensificar y cuidar al máximo los procesos artísticos en Barcelona, La Capella se apoya este año en un equipo curatorial integrado por tres destacadas figuras del contexto artístico local: Mónica Rikic, Jara Rocha y Laia Estruch. Su participación será clave para enriquecer las propuestas seleccionadas y atender los procesos que articulan esta edición.
Las primeras exposiciones de este ciclo 2025 se inscriben dentro del eje temático de la virtualidad. Aunque son proyectos seleccionados de manera independiente, ambas propuestas dialogan de forma armónica en el espacio expositivo, invitando a reflexionar sobre nuestra contemporaneidad a través de códigos propios de la cultura digital, como el shitposting y los formatos audiovisuales característicos de plataformas como YouTube.
Caca Banal – Daniel Moreno Roldán
La exposición Caca Banal, presentada en el Espai Capella, propone un análisis crítico del fenómeno del shitposting, un tipo de contenido aparentemente trivial y caótico que inunda las redes sociales. A través de un ejercicio de arqueología digital, Daniel Moreno Roldán revela cómo este flujo constante de memes, animaciones y vídeos no solo forma parte del imaginario colectivo contemporáneo, sino que también se convierte en una herramienta poderosa de organización y activismo social. La instalación, compuesta por televisores sincronizados de tubo en formato vertical y una proyección central, invita a reflexionar sobre el impacto cultural y político de estas prácticas, señalando tanto su absorción por el mundo corporativo como su capacidad para moldear las ideologías de las nuevas generaciones.
En Caca Banal no sólo se limita a exponer el fenómeno del shitposting, sino que también se plantea una serie de preguntas que desafían nuestra relación con el contenido digital. A través de su trabajo, el artista se interroga sobre la influencia que este contenido tiene en nuestras vidas, preguntándose si el flujo constante de información banal nos afecta de alguna manera. Reflexiona sobre su potencial creativo, cuestionando si puede ser utilizado como una herramienta política, especialmente en términos de activismo de izquierda, frente a su explotación por parte de la ultraderecha. Además, se pregunta si es posible generar una crítica auténtica a partir de lo que aparentemente son «chorradas» sin contenido profundo. Estas preguntas, que surgen en el proceso de creación, no encuentran respuestas definitivas, pero invitan al espectador a reflexionar sobre el poder, la accesibilidad y el impacto cultural y político del contenido que consumimos y generamos en redes sociales.
La exposición organiza el contenido en bloques temáticos que abordan cuestiones como la banalidad en tiempos de desesperación o el peligro de la monetización del activismo digital. El proyecto incluye una colaboración en vivo con el colectivo @atractive_smithers, quienes desarrollan contenido en tiempo real desde una de las capillas, simulando las dinámicas de creación colectiva propias de este ecosistema. Además, se instaló en la sala una emisora de radio pirata que se utilizará para la emisión por radio FM de dos actividades públicas: un podcast con Estela Ortiz y Proyecto UNA, y un nuevo episodio del Infrashow de Miguel Noguera.
Mañana será otro día – Pol Clusella Arimany
En el Espai Rampa, el artista transformó el espacio en un escenario postapocalíptico que remite a las ruinas de Pompeya. En la instalación se propone un mundo de carácter inmersivo, donde una entropía estática reina entre cenizas y objetos suspendidos en un tiempo complejo, mezclado, evocando un estado de parálisis frente a la inminencia de una catástrofe. La instalación combina esculturas e intervenciones espaciales con proyecciones de vídeos de efecto hipnótico en un ángulo desprolijo, torcido, incómodo, que invocan la estética de YouTube para subrayar su carácter crítico y sarcástico. Entre ellos destaca un video de una streamer que nos explica con todo detalle cómo será la nueva ciudad formada por los volcanes Croscat, Santa Margarida y Rocanegra de Olot, que según esta chica están a punto de entrar en erupción y cuya lava se debe canalizar para construir la nueva ciudad de la Garrotxa.
El contenido audiovisual aborda temas vinculados a la crisis ecosocial, las dinámicas territoriales y los megaproyectos que amenazan el equilibrio urbano y ambiental. A través de una narrativa fragmentaria que mezcla formatos y conceptos oscilando entre la parodia y el absurdo, la obra confronta al espectador con la precariedad de los sistemas que estructuran nuestra realidad y hace mofa de ellos. Esta pieza nos invita a reflexionar sobre el impacto del ser humano en el entorno, y a cuestionar los discursos que moldean nuestra percepción del futuro, revelando la fragilidad inherente a nuestras construcciones sociales y materiales.
