El Dispensario Antituberculoso es un edificio emblemático de la vanguardia funcionalista de Barcelona. En 1993, Gregori Civera (A Coruña, 1971) realizó algunas fotografías de este equipamiento sanitario para la monografía que estaba realizando Antonio Pizza, coincidiendo con el final de la rehabilitación. Dos décadas más tarde, hacia 2016, se realizaron obras menores de mantenimiento en el edificio. En ese momento, Jorge Ribalta (Barcelona, 1963) lo estuvo fotografiando. Su interés formaba parte de una serie de proyectos sobre la evolución urbanística de la ciudad, iniciados en 2005, una representación crítica de la situación de Barcelona en la era posterior al Fórum 2004, un evento que el artista ha interpretado como el final simbólico de la Barcelona de Cerdà.