Las muchas vidas de la bandera ucraniana, entre príncipes medievales, NFT y Mark Rotkho
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Durante estos días la bandera ucraniana ondea en muchas plazas y balcones en todo el mundo, habiéndose rapidamente convertido en un símbolo de solidaridad internacional. Muchos usuarios digitales la han utilizado como imagen de perfil en sus redes sociales, contribuyendo a aumentar su indexación y consecuente visibilidad en Google.
Colores Pantone y un poco de historia
Hace unos días, Pantone –empresa estadounidense que se ocupa de catalogar e identificar los pigmentos–, publicó en sus perfiles de Facebook y Instagram dos imágenes que se hicieron virales. Por un lado, los fondos monocromos Freedom Blue [azul de libertad] y Energizing Yellow [amarillo electrizante]; por otro, un paisaje con girasoles y un cielo azul. De esta manera, la empresa evocaba a la bandera ucraniana adoptada en 1918, destacando sus colores, símbolos de paz y prosperidad.
Los orígenes de los dos colores se remontan a las insignias de los principados medievales, en particular al antiguo escudo de armas de los príncipes Romanovič, del área de Lviv, donde aparecía un león dorado sobre un fondo azul –el llamado ‘león gallego’. El azul y el amarillo fueron retomados en el escudo del héroe nacional Bogdan Chmel’nickj, conocido como Bogdan el Negro, quien estuvo al frente de la revuelta que lleva su nombre y que, entre 1648 y 1657, dio paso a la formación del Ethmanate cosaco en Ucrania. Bajo su estandarte, los cosacos de Zaporog –aliados con los tártaros de Crimea y los campesinos locales– lucharon contra la Confederación Polaco-Lituana, poniendo fin al gobierno de esta última y sentando las bases para la independencia y para la entrada en el zona de influencia de los zares rusos, al mismo tiempo.
La bandera NFT de UkraineDAO
La historia avanza muy rápido y de los campos de batalla de la Edad Media pasamos al mundo digital. Los ciberactivistas de la organización UkraineDAO, nacida a raíz de la invasión rusa del 24 de febrero de 2022, crearon un NFT de la bandera ucraniana y, con el apoyo de Trippy Labs, PleasrDAO y Nadya Tolokonnikova (componente histórica de Pussy Riot) iniciaron una campaña de ventas benéfica. En pocas horas, la obra digital generó ventas por 3.200 aportaciones individuales, lo que se tradujo en unos 2.258 Ethereum –la criptomoneda más utilizada en las transacciones del mercado de arte digital NFT– correspondientes a más de $ 6,7 millones.
Los fondos serán donados a Come Back Alive, una organización no gubernamental que apoya al ejército ucraniano. Fundada en 2014, empezó a ayudar a los soldados comprando chalecos antibalas, personalizados con el lema Come Back Alive. Además del apoyo psicológico a los militares, sus actividades también incluyen cursos de formación para francotiradores. Hace unos días, Patreon, una de las plataformas de crowdfunding más utilizadas del mundo, suspendió a la ONG, tras haber encontrado una violación de sus términos de uso, por «financiación de actividades militares».
Alguna vez se dijo que para entender la historia había que seguir el flujo del dinero; hoy hay que seguir el recorrido de los bitcoins que, por su esencia criptográfica, tienden a escapar el control de las autoridades centrales (y también de las sanciones). Ya a principios de febrero, un informe de Elliptic, empresa de análisis de blockchain, revelaba que las ONG habían recaudado más de $ 570,000 en Bitcoin para el ejército ucraniano.
Un NFT para representar a todo el pueblo ucraniano
«Al principio había la idea de que los artistas crearan algo, pero esto cambió rápidamente. El grupo decidió, de hecho, que el NFT debería representar a todo el pueblo ucraniano en lugar de centrarse en un artista o una estética en particular», explica el equipo de UkraineDao. «Dicho esto, apoyamos totalmente a las otras organizaciones que subastan el trabajo de los artistas para solidarizarse con Ucrania. Al final, decidimos que un PartyBid sería la mejor herramienta para recaudar fondos».
Así, la organización creó una cuenta en Twitter y en Discord para difundir información actualizada y crear un lugar de intercambio para la comunidad de seguidores. «Hemos recibido varias donaciones que van desde 25 a 44 ETH. Algunos prefieren permanecer en el anonimato, pero las comunidades de Jadu, OhShinny, Alexis Ohanian de Redditt y OnlyFans han contribuido con aportaciones importantes. A todos los compradores se les pagó un token $LOVE por cada ETH donado, un gesto que celebra la contribución del donante».
Mark Rothko y Mimmo Paladino
Siguiendo con el tema de la hibridación entre online y offline, otro contenido que se hizo viral estos días es la pieza Yellow and Blue, realizada por Mark Rothko en 1954. Ese mismo año, para celebrar los «300 años de amistad entre Ucrania y Rusia» –que por convención se hacen coincidir con la paz de Perejaslav, pactada en marzo de 1654 entre Bogdan el Negro y el zar de Rusia Alexis I– la URSS decidió anexar Crimea a Ucrania, sacándola así de la Federación Rusa. En aquel entonces, el presidente de la Unión Soviética era Nikita Sergeevič Khrushchev. Fue en esos años que se dio un gran impulso al desarrollo industrial de la cuenca carbonífera del Donbass, con el consiguiente desplazamiento del equilibrio económico de Ucrania a favor de las zonas más orientales y de habla rusa.
Más o menos en la misma época, Rothko siguió experimentando ese acercamiento entre la abstracción y el expresionismo en la representación, caracterizado por un fuerte contraste entre fondos de colores monocromos. Iniciada ya en los años 40, esta investigación daría lugar luego al movimiento artístico Color Field, teorizado por el crítico estadounidense Clement Greenberg, quien utilizó este término por primera vez en 1955. En 1954, en su estudio de Nueva York, Rothko creaba con 54 años una veintena de cuadros, experimentando con diferentes colores y formas. A veces, difuminando los bordes, y en otras ocasiones dejando formas con acabados lo suficientemente nítidos para una mirada más precisa. En ese mismo año, realizó también el imponente Untitled de dos metros, más tarde conocido como Yellow and Blue.
Tras la muerte de Rothko en 1970, la obra entró en la colección de los Mellons, para luego ser adquirida por François Pinault y, finalmente, vendida en una subasta de Sotheby’s en marzo de 2015, por más de 46 millones de dólares a un coleccionista desconocido.
Hace unos días, Italia también rindió un homenaje artístico a la bandera ucraniana. El maestro del movimiento de la Transvanguardia Mimmo Paladino presentaba una pieza en la portada del periódico Il Corriere della Sera: se trataba de un gran fondo azul y amarillo con gotas de pintura en los bordes, para introducir el editorial del director Luciano Fontana titulado «Porque todos somos ucranianos».
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