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La exposición Anda-Ven-Vuela se trata de un comisariado de Chus Martínez que cierra el 22 de enero de 2023. La muestra monográfica ha estado concebida como una gran obra, una gran instalación. En ella se encuentra el lenguaje recurrente en toda la producción de Menchu Lamas (Vigo, 1954): la creación de motivos que el espectador puede reconocer, formas y elementos que distinguen su forma de puntuar la obra —la línea, el punto— y un uso particular del color. La creación de una experiencia inmersiva a partir de principios simples es una constante.
La instalación ocupa de forma totalizadora el espacio del museo creando así la ilusión de un gran abrazo. Al igual que en una cueva primitiva o la bóveda de una gran catedral, la creación de una atmósfera en la que convivimos nosotros y la obra es la meta. La casi totalidad de las obras son nuevas —casi ochenta pinturas—. La artista produce con la lógica de crear una familia, un gran conjunto de obras que están interconectadas, que parten de un mismo impulso, una misma idea. En sus propias palabras: «El arte es la síntesis de lo real. A partir de un motivo interno que para mí tiene mucha fuerza y me atrapa. Trabajo el cuadro en un intento de atrapar el sueño que llevo dentro.»
Para Lamas la pintura hace posible una relación dinámica entre la visualización de formas mentales y la capacidad y la libertad de interpretación que cada uno de nosotros hace de esas imágenes. La pintura primero vive en la mente y la mano de la artista y luego, aquí y ahora, vive en nosotros. La transferencia de la energía imaginativa y vital se hace posible gracias a la obra. La obra no solo hace esa transferencia posible una vez, sino que mantiene por siempre esa posibilidad. En este sentido la pintura mantiene un pacto político con la idea de libertad, continuidad con la vida y transmisión de valores simbólicos y éticos de generación en generación.
Tal y como Lamas escribe: «A mí siempre me interesó el color y la pintura como materia: pienso que esto da toda la libertad para hacer lo que se quiera. En arte, más allá del medio que se utilice, lo que cuenta es la capacidad para transmitir emociones y alcanzar una obra intensa y plena. La pintura es una herramienta conceptual que al mismo tiempo tiene una inmediatez insustituible, donde está presente el cuerpo y la pasión de la mirada.»
Lamas es una figura imprescindible en la renovación e internacionalización de la pintura contemporánea española desde los años ochenta del siglo pasado. En sus obras, en su mayor parte de carácter monumental, combina de forma muy particular recursos abstractos y figurativos, configurando un universo personal en el que el color adquiere protagonismo.
Tras estudiar diseño gráfico en Madrid, comienza su trayectoria artística en los años setenta vinculada al Colectivo da Imaxe y posteriormente con el grupo poético Rompente. En 1980 funda —junto a Antón Patiño, Ánxel Huete, Guillerme Monroy y Román Pereiro— el grupo Atlántica, que marcaría una renovación estética, situando en el mapa el arte que en esos momentos se estaba realizando en Galicia. En la década de los ochenta es seleccionada en las más destacadas muestras colectivas de arte español contemporáneo en el extranjero, entre las que destacan Five Spanish Artists en el Artists Space de Nueva York, Currents en el ICA de Boston, la Bienal de São Paulo, Spansk Egen-Art en Escandinavia y Spanisches Kaleidoskop, celebrada en museos de Alemania y Suiza. En nuestro país participaría en colectivas como 26 pintores /13 críticos, Salón de los 16, En el centro, o Preliminar.
Ha tenido muestras individuales en museos como CGAC (Santiago de Compostela) y ARTIUM (Vitoria-Gasteiz), y su obra se encuentra en colecciones de instituciones como Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, MACBA, Museo Patio Herreriano, CGAC o ARTIUM.
