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El pasado fin de semana, el Festival Llum BCN, en su 12ª edición, cerró tras una participación pública generosa. Las instalaciones lumínicas que durante tres días han convertido a Poblenou en epicentro de la actividad cultural de la ciudad habrán recibido más de 200.000 visitas. Se trata de la edición con mayor éxito de público y mayor calidad artística de las presentadas hasta ahora, y también de la más internacional en cuanto a la procedencia de los creadores participantes y al vínculo con otros eventos europeos en torno a la luz. El festival, organizado por el Ajuntament de Barcelona, ha iniciado ya la cuenta atrás de la edición 2024, que tendrá lugar también durante el primer fin de semana de febrero.
El Festival Llum BCN 2023, comisariado por Maria Güell, Oriol Pastor y José Luis de Vicente, ha ofrecido una programación con 13 instalaciones artísticas y 15 intervenciones a cargo de alumnos de las escuelas de arquitectura y diseño de la ciudad. El compromiso con la sostenibilidad es una de las coordenadas del festival, que en esta edición ha adoptado medidas como reducir la intensidad lumínica de las prendas; ha incorporado instalaciones impulsadas con energías renovables, como Another Moon, de los coreanos Kimchi and Chips, alimentada con energía solar, o We harvest wind, del neerlandés Thijs Biersteker, con energía eólica; y ha favorecido al KM 0 en la producción de las piezas, como Liberty and light, diseñada por la británica de origen indio Chila Kumari Singh Burman y realizada en Barcelona por La Traginera, una comunalidad urbana integrada por diversas entidades de economía social y solitaria.
Como marca la filosofía del festival, el acceso es gratuito a todas las instalaciones, la mayor parte de las cuales se han presentado al aire libre, en las calles y plazas del Poblenou. Allí se han podido ver propuestas como Arborialis, los hinchables inmersivos de los británicos Architects of Air; Signes de los catalanes Playmodes, en la restaurada linterna de Rafael Moneo en L’Auditori; el Abstract, de Collectif Coin; el Monolith del artista Spy; o los Carrés magiques de traits lumineux de la veterana artista húngara arraigada en Francia Vera Molnár, nacida en 1924 y pionera en el arte de la luz que ha trabajado en colaboración con su discípulo Joanie Lemercier. Asimismo, destaca el notable proyecto Glía de Pedro Torres que intervino en las instalaciones de Hangar Centre de Producció i Investigació d’Arts Visuals con una serie de sistemas complejos e independientes que exploran espacios liminares, del tiempo en las brechas y la memoria.
Después de dos ediciones marcadas por el acceso restringido a causa de la pandemia, Llum BCN 2023 se ha vuelto a ofrecer sin reserva de entradas, aunque con aforos controlados por razones de seguridad y visibilidad. Las largas colas por contemplar las obras presentadas evidencian el interés por un festival cada vez más consolidado y más valorado entre las citas culturales de la ciudad, y convertido en referente entre los eventos internacionales vinculados a la luz y sus posibilidades artísticas. La coincidencia de fechas con ISE (Integrated Systems Europe), patrocinadora oficial del festival, ha permitido que los asistentes a la feria líder mundial del sector audiovisual pudieran disfrutar también de las instalaciones programadas.
Desde sus primeras ediciones, el festival ha tenido muy presente el trabajo de las escuelas de arquitectura y diseño de la ciudad, cantera de los nuevos talentos de la ciudad en el arte de la luz. En esta edición se han podido ver 15 intervenciones realizadas por alumnos de diferentes especialidades creativas. Todas ellas han sido valoradas por un comité de expertos, entre ellos representantes de otros festivales de luz de Europa, que ha querido valorar el trabajo de todos los participantes distinguiéndolos con distintos reconocimientos en forma de diploma. Al mismo tiempo, la firma Yamaha, patrocinador principal del festival, confió a los alumnos de la ciudad el diseño del Yamaha Meeting Point, la pieza con la que ha participado en Llum BCN 2023. Después de un workshop y un concurso de ideas, se escogió la propuesta por un grupo de alumnos del máster de Diseño y producción de espacios de la Universitat Pompeu Fabra. Además de ver producida su propuesta, las cuatro integrantes del equipo ganador han sido premiadas con un viaje a Milán para visitar la sede del diseño de la firma.
