El Metropolitan Museum of Art de Nueva York (conocido como “The Met”) retirará de sus espacios expositivos las placas conmemorativas de la familia Sackler, propietaria de Purdue Pharma, la empresa productora de OxyContin.
El Metropolitan Museum of Art ha anunciado que eliminará las placas de la familia Sackler de siete de sus espacios expositivos, incluida la celebre “Sackler Wing” que alberga las conocidas reliquias del antiguo Templo de Dendur. Otra victoria para la artista Nan Goldin (Washington, 1953) y para su movimiento contra Purdue Pharma, compañía farmacéutica de propiedad de los Sackler y fabricante de Oxycontin, un fármaco opioide considerado responsable de unas 500.000 muertes en Estados Unidos.
Una larga cruzada
Desde hace años, la artista y fotógrafa –conocida por su conmovedora serie fotográfica The Ballad of Sexual Dependancy [La balada de la dependencia sexual]–, lleva adelante una batalla para traer a la luz los vínculos entre los Sackler y algunos de los museos más importantes del mundo, abriendo de esta manera la caja de Pandora de la filantropía tóxica.
En la misma línea, por ejemplo, se encuentra la protesta de Michael Rakowitz (Long Island, Nueva York, 1973) contra las inversiones poco éticas por parte de la junta del Museum of Modern Art- MoMA de Nueva York. En este caso, las manifestaciones de Rakowitz y otros 150 artistas dieron lugar a la dimisión de Leon Black, coleccionista y presidente del MoMA y principal accionista de las firmas de inversión dedicadas a la prestación de servicios de gestión de riesgos –es decir, contratistas o, mejor dicho, empresas militares contratadas.
El enfrentamiento entre los Sackler y Nan Goldin empieza con una experiencia personal: la artista inició su campaña contra Purdue Pharma en 2014, tras desarrollar una adicción al OxyContin, prescrito habitualmente para tratar la tendinitis. Desde entonces, Goldin ha llevado su protesta a todos los museos relacionados con la familia, también gracias a las manifestaciones y sit-in colectivos organizados por la PAIN Prescription Addiction Intervention.
En 2019, el Louvre eliminó todas las referencias al apellido Sackler de sus pantallas de información en las habitaciones y en su página web. Ese mismo año, la National Portrait Gallery de Londres decidió no dar seguimiento a la donación de 1 millón de libras por parte de Sackler Trust, tras la amenaza de Nan Goldin de boicotear la exposición que el mismo museo londinense le habría dedicado.
También en 2019, el MET ya había anunciado que ya no aceptaría donaciones de la familia de filántropos, precisando, sin embargo, que no pretendía cambiar el nombre del ala del museo dedicada a la familia – la “Sackler Wing”– hasta que las disputas que involucraban a la empresa se hubiesen resuelto. Merece la pena destacar que la empresa ha sido citada a juicio por parte de más de 1.500 ciudades y condados estadounidenses.
El círculo se estrecha alrededor de los Sackler: la jugada del MET
En los últimos meses, sin embargo, el círculo se ha estrechado entorno a Purdue Pharma. Hace unos días un juez rechazó el acuerdo de quiebra propuesto por la empresa, que se hundió. Como consecuencia el MET eliminó todas las menciones a la familia de sus salas. Pero no de todas ellas. La Galería Arthur M. Sackler en el ala asiática y la Galería Marietta Lutze Sackler en el ala dedicada al arte moderno y contemporáneo conservarán sus nombres. Según el New York Times, el lado de la familia de Arthur M. Sackler (Marietta Lutze Sackler era su segunda esposa) se separó de Purdue Pharma después de su muerte. «Esto no constituye una ayuda efectiva en la crisis de los opioides, pero al menos permite identificar a los culpables», dijo Goldin.
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