Desde su apertura en 2000, Espacio Valverde se ha consolidado como una galería de arte abierta a propuestas innovadores de artistas jóvenes y emergentes. Las exposiciones que acoge el lugar emanan frescura a la vez que se entrevé un punto justo entre rigurosidad y proyectos disruptivos y originales. En esta ocasión, se podrá visitar a partir del 19 de mayo una exposición de Elena Alonso (Madrid, 1981) en la cual reflexiona sobre la conversión que implica la representación de la realidad en dimensiones. La artista sigue investigando sus principales líneas de trabajo, como son el volumen, los materiales y las relaciones que se dan entre los artefactos artísticos y el espacio en el que se insertan.
Si bien es cierto que existe todo un sistema de reglas de representación que permite la translación de la realidad tridimensional a las dos dimensiones, Alonso decide ir un paso más allá y busca colapsar o amplificar dimensiones espaciales. Para ello, hace uso de una imaginación más abstracta, visceral y subjetiva que se aleja diametralmente de las reglas de perspectiva. A partir de aquí desconcierta nuestra percepción mediante un juego ambiguo, como fórmula para incorporar nuevos estratos a elementos vivos que se acomodan y se resisten los unos a los otros meciéndose entre lo amable y lo afilado.
En este caso se presenta una superposición de capas en las que volúmenes y objetos realizados con distintos materiales (metal, resina, escayola, madera) remiten a la construcción de un cuerpo. Apliques, pezones, pliegues, esquinas, prótesis… todo oscila en torno a un poderoso eje que persigue un equilibrio imposible entre dos polos opuestos: lo natural y lo construido. Este volumen se vuelve a su vez piel o revestimiento, de un contenido dispersado y exteriorizado, a modo de ejercicio de deconstrucción de un cuerpo que aparece diseccionado, geométrico e inorgánico.
Elena Alonso desarrolla su trabajo principalmente mediante el dibujo, una práctica que como metodo de construcción y herramienta de pensamiento se puede contemplar en sus proyectos más escultóricos, instalativos o site specific. Mantiene una estrecha relación con otras disciplinas como la arquitectura, la artesanía o el diseño, apropiándose de sus códigos, metodologías y acabados. Su obra se caracteriza por prestar especial atención a las problemáticas vinculadas a la afectividad con el entorno y a las relaciones de proximidad en la producción de su trabajo.
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