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Como escribimos en un artículo de hace unos días, Barcelona vuelve a convertirse en el epicentro del cine documental sobre arte con la llegada del Festival Dart, el primero y único de su tipo en España. Del 27 de noviembre al 10 de diciembre, reconocidos espacios de la ciudad, como los Cinemes Girona, la Sala Phenomena, los cines Zumzeig y Maldà, además de instituciones culturales como el MACBA, el Disseny Hub Barcelona, The Social Hub y Laie Pau Claris, serán el escenario de proyecciones y eventos que explorarán en profundidad la esencia del arte contemporáneo, su historia, sus protagonistas más destacados y los retos que enfrenta en la actualidad.
La edición de 2024 del festival presenta una cuidada selección de 20 largometrajes, 15 de producción internacional y 5 nacionales o con participación española, además de 3 cortometrajes. En esta entrevista con su codirectora, Enrichetta Cardinale, ahondamos en los detalles de esta edición, revisando a la vez el historial del festival y su compromiso con la comunidad artística y cinematográfica local y nacional.
Carolina Ciuti: Dart celebra este año su 8ª edición en Barcelona. ¿Con qué objetivos nació el festival y qué ha cambiado desde entonces?
Enrichetta Cardinale: Dart nació con el objetivo de acercar el público general a las artes visuales a través del cine documental. Queríamos ofrecer una ventana educativa que fuera a la vez un espacio socio-cultural compartido y un lugar para novedades cinematográficas que no suelen encontrar cabida en los circuitos de distribución más comerciales. Como profesionales de la gestión cultural y del sector del arte contemporáneo vimos que en 2015-2016, cuando empezó la gestación de Dart, había un vacío importante a la hora de encontrar documentales sobre arte visual en salas de cine, en plataformas o en festivales. En estos ocho años, el festival ha crecido significativamente ampliando su programación hasta llegar a más de 30 actividades y ocho sedes. Lo que no ha cambiado es nuestro compromiso con la calidad y con dar visibilidad a historias que, de otro modo, podrían pasar desapercibidas.
CC: Dentro del ámbito documental, la programación de Dart abarca una variedad de enfoques: ensayístico, descriptivo, histórico, abstracto, experimental. ¿Cuál es la metodología curatorial que seguís a la hora de seleccionar las películas? ¿Y cuál es vuestro público objetivo?
EC: El proceso de selección conlleva una parte propia de los festivales de cine, con una convocatoria anual en FilmFreeway, junto a un estudio de estrenos internacionales, participación en festivales y sugerencias de creadores y distribuidores. La variedad de enfoque que mencionas responde a la voluntad de llegar a un público interesado tanto por el arte visual como por el cine documental; nos interesa generar un espacio que una a la comunidad en esta intersección entre disciplinas, incluso profesionales, estudiantes y público general atento a las novedades de la oferta cultural.
CC: Barcelona tiene una cultura festivalera casi inigualable en Europa. ¿Qué os llevó a optar por el formato de festival? ¿Existe algún tipo de colaboración o cruce con otros festivales de la ciudad?
EC: El auge de los festivales temáticos en Barcelona posiblemente responda a la necesidad de volver a dar importancia a las experiencias compartidas para invertir la tendencia al individualismo y al hedonismo típica de las grandes metrópolis. Creo que muchos otros festivales que han surgido en los últimos 15 años comparten el haber tenido este tipo de visión y necesidad a la hora de arrancar con sus proyectos.
Cada año, Dart promueve co-producciones de eventos y proyecciones con otros festivales. Este año colaboramos con L’Alternativa para la presentación de Dahomey, un documental que combina fantasía y realidad para contar una historia de restituciones musicales. Una obra de gran impacto que se llevó el premio a mejor documental en la última edición de la Berlinale. También volvemos a colaborar con la Setmana de l’Art a Catalunya impulsada por Galeries d’Art de Catalunya (GAC), para presentar un documental sobre el mercado del arte. Presentamos conjuntamente Taking Venice, un divertido documental de aventura que explora la historia detrás de los rumores de que, en plena Guerra Fría, el gobierno de Estados Unidos manipuló la Bienal de Venecia para que Robert Rauschenberg ganara el León de Oro.
CC: En la edición de 2023, además de películas que funcionaban como retratos contemporáneos de artistas diversos –como Fragments of Paradise, el maravilloso documental de K.D. Davison sobre la vida de Jonas Mekas, o Infinito. L’universo di Luigi Ghirri, dirigido por Matteo Parisini–, también hubo propuestas que permitían abordar temas sociales y políticos de gran relevancia actual. Pienso, por ejemplo, en la lucha de la artista Nan Goldin contra la familia Sackler, responsable del drama de los opioides en Estados Unidos, en La belleza y el dolor de Laura Poitras; o en la naturaleza totalitaria y censora de la Rusia de Putin, retratada en Pussy Riot, Rage Against Putin de Denis Sneguirev.
¿Qué tan importante es para vosotrxs incluir miradas contemporáneas que fomenten la reflexión? ¿Es algo que buscáis de manera deliberada o surge de forma natural?
EC: Forma parte del espíritu del festival el programar excelentes biopics sobre artistas visuales y filmes que son miradas que forman reflexiones, a veces incómodas, sobre el papel del arte para activar cambios tangibles en la sociedad.
CC: ¿Podrías adelantarnos algo sobre la programación de este año? ¿Habrá algún estreno? ¿Volveremos a ver a directorxs que ya habéis programado en ediciones anteriores?
EC: De los 20 documentales en programa este año, 15 son estrenos en España y Europa. Para el estreno en España de Jean Cocteau volverá a Dart Lisa Immordino Vreelan, reconocida directora por sus documentales sobre figuras icónicas como Diana Vreeland, Peggy Guggenheim o Cecil Beaton. Entre otros biopics muy especiales de esta edición hay los de Martin Parr, Jeff Koons, Antoni Tàpies y Eugènia Balcells, todos dirigidos por cineastas que han trabajado durante décadas con lxs artistas protagonistas.
Uno de los imprescindibles de Dart 2024 es la actividad Acció>Cinema, que se celebrará el 4 de diciembre en el MACBA. La sesión incluye la proyección de tres cortometrajes que el colectivo congoleño CATPC, junto con el artista Renzo Martens, han presentado en el pabellón de Holanda de la Bienal de Venecia 2024. La sesión estará seguida por un coloquio con Mbuku Kimpala y Ced’art Tamasala (miembros del CATPC), Renzo Martens y Hicham Khalidi, moderado por Elvira Dyangani Ose, directora del MACBA.
También muy recomendado es el documental Artefacto 71, de Carlos Essmann, que sigue al artista catalán Martí Anson para intentar responder a la pregunta «¿qué hace un artista?».
CC: En enero de 2020, justo antes del estallido de la pandemia de Covid-19, Dart se expandió a Chile, con proyecciones en Santiago y Concepción. ¿Qué os motivó a lanzar el festival en América Latina y qué sinergias existen entre los dos festivales?
EC: La sinergia principal es una gran amistad y admiración profesional por Isabella Cichero, productora y directora chilena que trabajó en In–Edit Chile y que nos propuso llevar Dart a Chile. Isabella y su equipo han seguido trabajando en el festival todos estos años a pesar del estallido social y de la pandemia. Los formatos de Dart en Chile han sido diferentes, pero la línea curatorial y de programación es similar ya que compartimos los mismos valores.
CC: En los últimos años, el éxito de las plataformas de streaming ha llegado a su auge. ¿Cómo ha afectado la popularización de la producción serial a la cinematografía documental? A su vez, Dart también ha migrado a plataformas de streaming como Filmin. ¿Cómo os mantenéis relevantes en un mundo cada vez más virtual y serializado?
EC: Hemos constatado una expansión de la producción de documentales de artes visuales gracias al auge y diversificación de las plataformas de streaming en España. En el resto de Europa, con plataformas como Sky Arte, Arte o BBC Arts, es algo que ya está ocurriendo desde hace más de una década.
Creo que los festivales de cine y las plataformas digitales tienen roles complementarios, pero diferentes en el sector cinematográfico. La pospandemia ha marcado aún más estas diferencias y puntos en común. Los festivales se mantendrán especialmente relevantes como vitrina de promoción y prestigio para el cine independiente, de autor y el descubrimiento de nuevos talentos; así como para la creación de nuevas culturas cinéfilas o promoción en áreas geográficas o de temáticas concretas.
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Enrichetta Cardinale Ciccotti es consultora de comunicación, prensa internacional y RRPP para grandes eventos e instituciones culturales en España y Europa. Es directora de Festival Dart, certamen anual centrado en documentales sobre artes visuales, y miembro de la junta directiva de Catalunya Film Festivals y Films on Arts Network. Además, Enrichetta forma parte de Pickles PR, una agencia internacional de comunicación cultural con sedes en Ámsterdam, Londres, Zúrich, Berlín, Madrid, Barcelona, Milán y Roma, que se especializa en apoyar eventos y organizaciones artísticas con estrategias de comunicación multilingües.
Enrichetta ha gestionado campañas de comunicación para festivales como Sónar y discográficas como Sony, para bienales de arte y de arquitectura como Manifesta (Barcelona, Pristina, Marsella, Palermo), Arte Paiz (Ciudad de Guatemala), y la Bienal de Venecia, así como para instituciones como S+T+ARTS de la Comisión Europea, el Institut Ramon Llull, y ferias de arte como Photo London, ARCO, Frieze, Artissima y Arte Fiera.
