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Establecida en 1991 bajo la dirección de Marie-Blanche Carlier y Ulrich Gebauer, carlier | gebauer se ha consolidado como una galería de referencia en el ámbito del arte contemporáneo internacional. Representando a más de 30 artistas de renombre mundial, su programa destaca por su enfoque en la investigación estética y conceptual, abarcando medios como la escultura, la instalación, el cine, la fotografía, la pintura y el dibujo.

A lo largo de los años, la galería se ha posicionado como una plataforma esencial para el desarrollo de las carreras de sus artistas, facilitando exposiciones clave que han marcado hitos en sus trayectorias. Muchxs de lxs artistas representadxs han participado en bienales y exposiciones internacionales, además de haber presentado muestras individuales en importantes museos del mundo.

En ocasión de la participación de la galería en la feria de videocreación Loop Barcelona, hablamos con uno de sus fundadores, Ulrich Gebauer, acerca del oficio del galerismo, el mercado del arte y mucho más.

Carolina Ciuti: Si tuvieras que dar una definición de lo que es una galería de arte, ¿cuál sería? ¿Qué consideras que es la misión esencial de un proyecto de galería?

Ulrich Gebauer: Creo que no hay una definición única ni uniforme de lo que es una galería, al igual que no existe un concepto singular del mercado del arte en sí. El mundo de las galerías es increíblemente diverso, abarcando un amplio espectro de modelos, cada uno con su propia historia, ethos y enfoque para representar el arte y a los artistas.

Cuando era joven en Dresde, tuve la suerte de formar parte de una comunidad vibrante, profundamente influenciada por los artistas. Aunque nunca me consideré a mí mismo un artista, rápidamente desarrollé el deseo de trabajar para los artistas y de representarlos de la mejor manera posible. Este impulso me llevó a fundar mi galería en 1991, mientras aún era estudiante de historia del arte en Berlín.

En aquel momento, tenía poco entendimiento de lo que realmente significaba dirigir una galería en toda su amplitud. Me ha tomado años de experiencia y crecimiento comprender plenamente las complejidades inherentes a este rol. Una galería no es simplemente un espacio para exhibir arte, es una institución multifacética, una plataforma dinámica que debe navegar la intersección compleja entre la visión creativa, las fuerzas del mercado y el discurso cultural.

Hoy, mirando hacia atrás, veo la galería más como una agencia. Su tarea principal es apoyar a los artistas que representa, abogando por ellos en todos los sentidos posibles: protegiendo sus intereses, manteniendo un diálogo constante y ayudando a elevar y sostener su valor artístico y comercial. En este sentido, el rol de la galería va mucho más allá de la mera exhibición de arte; es un socio crucial en el desarrollo y éxito de la carrera del artista.

CC: ¿Cuándo decidiste emprender este camino como galerista? ¿Cómo ha evolucionado el rol a lo largo de los años?

UG: Al final de mis estudios de historia del arte en 1991, me di cuenta de que una carrera institucional simplemente no era el camino adecuado para mí. No tenía interés en seguir una carrera tradicional como historiador del arte dentro de una institución. En cambio, decidí seguir mi verdadera pasión: representar a los artistas y asumir todo lo que conlleva esa responsabilidad. Esto implicaba mucho más que gestionar exposiciones, abarcaba desde clavar un clavo en una pared y organizar el transporte hasta limpiar el suelo de la galería en una emergencia, discutir obras con los artistas en sus estudios y negociar costos de producción.

Con el tiempo, y fue un proceso gradual, logré delegar muchas de estas tareas y construir un equipo que apoyara las operaciones de la galería. Esto me permitió centrarme en curar el programa de la galería –resultado de un proceso continuo de curaduría– y desarrollar un modelo de negocio más estructurado.

CC: Con espacios en Berlín y Madrid, carlier | gebauer destaca por un programa que representa a artistas internacionalmente reconocidxs como Oscar Muñoz, Laure Prouvost, Julie Mehretu y Mark Wallinger, entre otrxs. Aunque sus prácticas varían enormemente, ¿qué dirías que tienen en común lxs artistas que representas?

UG: Incluso antes de abrir la galería, me fascinó profundamente el título de la innovadora exposición de Harald Szeemann en Berna en 1969, When Attitudes Become Form. Creo que tanto el título como el espíritu del enfoque de Szeemann han tenido una influencia duradera en mi trabajo en la galería.

Esta exposición, con su énfasis en cambiar perspectivas y la intersección entre concepto y forma, ha moldeado mi selección de artistas y guiado mis decisiones curatoriales, especialmente en exposiciones colectivas. El enfoque de Szeemann en la evolución del pensamiento artístico y la fluidez de la práctica artística sigue informando la manera en que abordo tanto las presentaciones individuales como colectivas en la galería.

CC: Abriste el espacio en Madrid en 2019. ¿Cuáles fueron las principales razones que te llevaron a expandirte a España?

UG: Desde mi primera participación en ARCO en 1996, he desarrollado una profunda fascinación y afecto por Madrid. Si bien mi decisión de comprometerme más con la ciudad fue, en última instancia, personal, también estuvo influenciada por la firme convicción de que Madrid desempeñará un papel fundamental en la configuración de la relación futura de Europa con América Central y del Sur.

CC: ¿Cuáles son las principales diferencias entre los públicos y coleccionistas en Berlín y Madrid? ¿Crees que el mercado del arte es radicalmente diferente entre ambos países o comparten similitudes?

UG: Desde el principio, carlier | gebauer ha operado con un fuerte enfoque internacional. La decisión de abrir una galería en Berlín ya reflejaba esta perspectiva global. Sin embargo, es importante señalar que la clientela en Madrid y Berlín es fundamentalmente diferente.

Madrid actúa como una puerta de entrada a América Central y del Sur, y hay un intercambio constante entre la ciudad y América Latina. Esta dinámica significa que la clientela en Madrid es distinta a la de Berlín, tanto en términos de actitud como de intereses. Los coleccionistas y mecenas latinoamericanos tienen enfoques culturales y expectativas diferentes en comparación con los clientes del norte de Europa o de América del Norte, y su compromiso con el arte refleja estas diferencias.

CC: Muchxs de lxs artistas con lxs que trabajas utilizan el video y el film como medios. Aunque las galerías ahora trabajan a menudo con el videoarte, sigue siendo un medio desafiante de vender. ¿Qué opinas al respecto?

UG: Creo que el video y el cine han sido parte del ADN de carlier | gebauer desde el principio. Comenzamos a trabajar intensamente con estos medios a mediados de los años 90, presentándolos al público en un momento en que tenían poca relevancia económica. Fuimos de los primeros en Berlín en mostrar a artistas como Aernout Mik, Tacita Dean, Paul Pfeiffer, Sebastián Díaz Morales y Mark Wallinger.

Con el tiempo, nuestro compromiso con el medio se expandió, y más tarde tuvimos el privilegio de trabajar con artistas contemporáneos influyentes como Richard Mosse, Laure Prouvost y Nicole Miller. Nuestro compromiso con estas formas siempre ha estado impulsado por una creencia en su potencial artístico, mucho antes de que se volvieran centrales en el mercado del arte.

CC: Este año asistirás a la Feria Loop de Barcelona con la obra Untitled, Rondônia del reconocido artista Richard Mosse. ¿Qué te llevó a presentar este video específico al comité de Loop, y cuáles son tus expectativas para tu participación en la feria?

UG: Richard Mosse es reconocido por sus monumentales instalaciones de video, que abordan importantes crisis económicas, políticas y ecológicas en todo el mundo. La brillantez de su trabajo radica en su capacidad para hacer que estos eventos complejos y, a menudo, incomprensibles, sean no solo perceptibles, sino también emocionalmente resonantes, empleando técnicas innovadoras que traducen estos temas tanto tecnológica como afectivamente.

Untitled, Rondônia marca la primer video-escultura de Richard, una obra que le permite condensar una vasta instalación de video en un formato más compacto. Esta innovación en su práctica nos inspiró a presentar esta cautivadora obra por primera vez en el más íntimo Video Forum Loop en Barcelona, donde su poderosa presencia podría experimentarse en un entorno único.

CC: ¿Cuándo fue la primera vez que asististe a Loop Fair, y cómo crees que el evento ha cambiado desde tu participación inicial?

UG: No lo recuerdo con exactitud, pero debe haber sido hace al menos 15 años. Sigue siendo un maravilloso encuentro de entusiastas del video en una ciudad fantástica, con una atmósfera vibrante y un sentido de camaradería. Realmente espero que este foro continúe prosperando y evolucionando en los próximos años.

CC: Si pudieras avanzar en el tiempo, ¿cómo crees que habrán cambiado las galerías dentro de 10 años?

UG: Perderemos algunos compañeros familiares, pero también ganaremos nuevos. Y en el camino, habrá desarrollos y experiencias que hoy ni siquiera podemos imaginar.