Carrusel es una instalación interdisciplinar que combina escultura textil y performance para explorar la comunicación a través del movimiento y el tacto. Compuesta por una estructura con dos varales, de los cuales cuelgan 500 piezas de tejido de algodón en tonos blancos y rosados, recorre cinco espacios de la Sala de Bóvedas. Estas piezas, basadas en patrones de pantalón y chaqueta ampliados y transformados, están dispuestas en perchas-esculturas. La intervención incluye la apertura de ventanas cerradas durante años, permitiendo la entrada de luz natural que, junto al diseño lumínico de Irene Cantero, genera una gradación cambiante. La obra surge de una correspondencia entre lxs artistas, quienes enviaron ‘trajes-carta’ entre sus estudios en Madrid, Bilbao y Nueva York, culminando en una reunión en esta última ciudad para grabar performances con estas piezas, convertidas en esculturas en acción. Las grabaciones se proyectan en la instalación, integradas en un recorrido donde lxs visitantes atraviesan las esculturas colgantes, inmersos en un espacio que invita a repensar el cuerpo y la memoria desde un juego performativo.