Madola – ‘Un fuego milenario’
Si la obra de Madola puede sintetizarse en tres elementos esenciales, como la tierra, el agua y el fuego, y también en algunos gestos sencillos de las manos sobre la materia, como aplanar, amontonar, cortar, transformar…, la profundidad del trabajo escultórico que ha llevado a cabo a lo largo de casi sesenta años de práctica artística es difícil de resumir de la misma forma. Su obra nos habla de la relación entre lo más cotidiano, íntimo o sencillo, y el aspecto más profundo, espiritual e incluso sagrado de la vida. Dos aspectos que se encuentran en el mismo gesto o en una misma forma: entre una casa y en templo, entre un vaso y un cáliz, entre una mesa y un altar, entre una caja y una urna, entre una piedra y un monumento.
Siempre fiel a un mismo material –la cerámica–, su obra está profundamente arraigada a una práctica ancestral de trabajo con los elementos primordiales. Desde la consciencia de este legado, muchos de sus motivos de reflexión hablan sobre formas, arquitecturas o gestos que la humanidad ha desarrollado en distintos momentos y distintas culturas. Siempre a la búsqueda de algo que se mantiene invisible a nuestros ojos, un misterio, o algo que se nos esconde con la certidumbre de que nunca sabremos qué es.
Madola – ‘Un fuego milenario’
Barcelona, Carrer d'Ausiàs Marc, 20, Barcelona