.png)
El Born Centre de Cultura i Memòria y la Cia Miquel Barcelona presentan la instalación artística Anatomia d’una professió desconoguda, creada a partir de doce testimonios de profesionales de las artes escénicas que han sufrido heridas físicas, psicológicas y emocionales vinculadas a malas prácticas en los procesos de creación.
Miquel Barcelona lleva a El Born CCM esta instalación, con la que expone la necesidad de incluir el bienestar y los cuidados en los procesos de creación artística, a la vez que pide mayor apoyo y reconocimiento para los profesionales de las artes del movimiento. «Este es un sector con unas relaciones de poder muy establecidas y en las que existen malas prácticas que durante mucho tiempo se han tolerado y vivido como normales. El sistema fuerza a los profesionales de las artes del movimiento a buscar una excelencia que es inventada y esto, en un sector atravesado por la precariedad laboral, la necesidad de trabajar en equipo y el hecho de utilizar el cuerpo y el mundo interno de personas como herramientas fundamentales, tiene consecuencias físicas, psicológicas y emocionales. Por suerte, comienzan a romperse largos silencios y se cuestiona la realidad del sector,» dice el bailarín y director artístico Miquel Barcelona.
Participan doce profesionales de las artes del movimiento que hablan de sus heridas en procesos de creación escénicos y tratan temas como el abuso de poder, el maltrato, el choque generacional, la diversidad de cuerpos, el racismo, el machismo, la grasofobia, las transiciones profesionales, la falta de conciencia o las cuestiones de género y clase. El visitante puede conocer su testimonio con unas mesitas y unos auriculares, desde unas sillas colocadas en la Sala Castellví de El Born CCM, que se convierte en un espacio íntimo que facilita la empatía con la que se explica.
Cada testigo ha asociado su herida a una parte del cuerpo, de la que se ha realizado una escultura temporal que quiere hacerla visible, palpable y dignificarla para permitir su reparación. En el espacio también existe una escultura lumínica que, con un juego de espejos y de luz láser, permite mostrar la parte no visible de estos cuerpos y sugiere la fortaleza vulnerable de estos profesionales. Por último, unos audiovisuales con imágenes 3D, un espacio sonoro y un espacio participativo complementan esta instalación que invita a la escucha y la reflexión.
Los testimonios participantes en la instalación, además, escenifican su experiencia con una performance utilizando su propio lenguaje, el arte del movimiento. Así, cada martes, jueves y sábado de julio, de 18 a 19:30h, los visitantes pueden ver «instalaciones vivas» de estos profesionales: propuestas de danza contemporánea principalmente, pero también de circo, teatro y danza de raíz, creadas a partir de sus heridas y vivencias.
Todo el espacio que ocupa la instalación se rodea de un vocabulario de cuidados que quiere poner palabras a lo que se explica y convertirse en una herramienta de trabajo. En este sentido, en el marco de la instalación, se organiza una actividad para profesionales del sector cuyo objetivo es situar conceptos clave, definir retos y proponer buenas prácticas. La actividad tendrá lugar el 15 de julio y cuenta con la complicidad de la Associació de Professionals de la Dansa de Catalunya (APdC).
Esta instalación es la primera pieza del Projecte Contracultura, impulsado por la Cia Miquel Barcelona. Las próximas piezas son Utopia, que se estrenará en febrero dentro del ciclo ‘Escenes’ del Auditori de Barcelona, y Ecosistema, que se podrá ver en el Museu de la Vida Rural d’Espluga a partir del mes de marzo.
