24 marzo 2025

El CAAC (Sevilla) celebra el centenario de Elaine Sturtevant dedicándole una retrospectiva

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'Sturtevant: el eco de la innovación’, es la primera gran exposición en España dedicada a esta revolucionaria artista norteamericana, que cuestionó los fundamentos de la originalidad, la autoría y los sistemas que definen el mundo del arte, utilizando la repetición como acto disruptivo

Vista de la exposición ‘Sturtevant: el eco de la innovación’ de la artista Elaine Sturtevant en el CAAC, Sevilla. Cortesía del CAAC.

El pasado 27 de febrero el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) inauguró la exposición Sturtevant: el eco de la innovación, que estará disponible hasta el 21 de septiembre en las salas de Claustrón Sur y la Capilla de Afuera del centro. Comisariada por Jimena Blázquez Abascal, directora del CAAC, la muestra conmemora el centenario de la artista norteamericana Elaine Sturtevant (1924, Ohio – París, 2014), destacando el carácter disruptivo de su trabajo artístico, mediante el cuestionamiento de los fundamentos de la originalidad, la autoría y los sistemas que definen el mundo del arte. Paralelamente se inauguró la exposición Sensemayá. Cánticos para matar a la culebra, de la artista cubana Claribel Calderius (La Habana, Cuba 1986), la cual estará disponible para su visita entre las mismas fechas.

La exposición está compuesta por más de 40 obras procedentes de distintos museos como el Museo Whitney de Arte Americano de Nueva York, la Colección Pinault de París y de varias colecciones privadas. Las piezas abarcan su trayectoria desde la década del 60 hasta la del 2000, en la que repitió obras de artistas como Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Jasper Johns y James Rosenquist, Robert Gober y Félix González-Torres.

Elaine Sturtevant, ‘Study for Warhol’s Marilyn’, 1973. Cortesía del CAAC.

Sturtevant es reconocida como una de las artistas más radicales e influyentes del siglo XX y XXI. Su quehacer artístico se centró en la repetición como un acto disruptivo capaz de cuestionar las nociones de originalidad y autoría. Su obra no es un ejercicio de imitación, sino un acto de confrontación que desmantela las bases del valor artístico, poniendo en relieve las dinámicas del poder. Nos invita a cuestionar, criticar y reimaginar los sistemas culturales que habitamos, develando las estructuras invisibles que regulan el significado artístico para que repensemos las narrativas que conforman nuestra comprensión del mundo y subvirtamos las ideas convencionales de la creatividad artística.

La práctica de la artista resuena con las teorías de vigilancia y control de Michel
Foucault y Gilles Deleuze en torno a la repetición como diferenciación. Las disparidades presentes entre los originales y las repeticiones de Sturtevant van más allá de las similitudes superficiales para dar “el salto de la imagen al concepto” como decía la artista, con el fin de dirigir nuestra atención a lo que no es para repensar lo que es en esencia.

Vista de la exposición ‘Sturtevant: el eco de la innovación’ de la artista Elaine Sturtevant en el CAAC, Sevilla. Cortesía del CAAC.

La trayectoria de Sturtevant comenzó en los años 60, inmersa en el vibrante panorama del arte conceptual de Nueva York. Durante esta década, replicó obras de contemporáneos como Andy Warhol, Jasper Johns y Claes Oldenburg, desafiando las ideas tradicionales de autoría. A pesar de las críticas y resistencias –como las expresadas por Oldenburg–, también contó con el apoyo implícito de figuras como Warhol, quien le proporcionó directamente los silk screens de su famosa serie Marilyn Monroe.

En los años 70, Sturtevant se apartó temporalmente del ámbito artístico, para regresar al final de la década con una renovada aproximación conceptual. Retomó su práctica a través de piezas como Various Beuys Actions (1977), que analizaban críticamente las estructuras culturales e ideológicas presentes en las obras de Joseph Beuys. Este periodo marcó un punto de inflexión en su carrera, consolidando su interés por desmontar las narrativas que sustentan el significado artístico.

Durante los años 90, la artista incorporó el video como un medio central en su práctica, expandiendo su crítica hacia los sistemas de representación en una sociedad saturada de imágenes reproducibles. Obras como Duchamp: 1200 Coal Bags (1973-2008) reflejaron esta evolución, subrayando su interés por desestabilizar las nociones de originalidad y percepción en un contexto cultural dominado por la reproducción masiva.

En los años 2000, Sturtevant consolidó su legado abordando obras de artistas más jóvenes como Félix González-Torres, lo que le permitió explorar nuevas dinámicas culturales e históricas. Además, su obra comenzó a dialogar directamente con la cultura mediática y digital contemporánea, como se aprecia en Re-Run (2007). Esta última etapa de su carrera fue reconocida con el prestigioso León de Oro en la Bienal de Venecia en 2011, así como con importantes retrospectivas en instituciones de renombre, que subrayaron la vigencia y relevancia de su práctica artística.

Vista de la exposición ‘Sturtevant: el eco de la innovación’ de la artista Elaine Sturtevant en el CAAC, Sevilla. Cortesía del CAAC.
Redacción

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