Vista de la exposición de Pipilotti Rist. Foto: Imagen Más. Cortesía del MUSAC.
Ya quedan inauguradas tres exposiciones de grande formato en el MUSAC, Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León: María Luisa Fernández. 8.068.807.215. Sangre en oro presenta la producción más reciente de la artista; Prudencio Irazabal. Contradistanciareúne un conjunto de 32 pinturas que abarcan desde mediados de los años noventa hasta la actualidad; y Pipilotti Rist. Colección MUSAC recupera dos obras de la videoartista monumental con las que el Museo reabre su sala más monumental. Se tratan de tres muestras de carácter individual que se podrán ver hasta el 13 de octubre de 2024.
Esta muestra dedicada a la célebre autora suiza consiste en dos videoinstalaciones procedentes de los fondos del museo: Homo sapiens sapiens 5 alas (2005), pieza con la que se reabre la Sala 6, la más monumental con techos de 14 metros de altura y que ha estado cerrada durante los últimos 10 años, y Apple Tree Innocent on Diamond Hill (2003), instalada en la Sala 5.
Nacida como Elisabeth Charlotte Rist, es una de las artistas más destacadas del videoarte en los años 90 y los primeros compases de los 2000. El lenguaje de Rist, que crea su alias artístico en 1982 en referencia a Pippi Calzaslargas, se caracteriza por el uso de colores saturados, exuberantes y excesivos con los que consigue generar espacios sensoriales. En su obra en movimiento, además, lo sensual se entrelaza con lo electrónico y lo natural con lo tecnológico.
Se trata de una exposición comisariada por Sergio Rubira que tiene como objetivo mostrar la producción más reciente en la que recupera una metodología explorada en los años 90. Es su primera exposición individual en un museo en los últimos ocho años en la que la artista leonesa indaga aún más en su investigación sobre una escultura que pueda impactar en las emociones de los espectadores. De esta manera, nos invita a reflexionar más allá de la experiencia en el lugar de la exposición.
La Sala 3 del MUSAC acoge esta exposición comisariada por Mariano Mayer que reúne un conjunto de 32 piezas del pintor vasco cuya obra indaga en la materialidad de la luz, algo que en su trabajo aparece, en cierta manera, desintegrada. Sin una intención retrospectiva, las obras realizadas entre los años 1995 y 2024 que componen la exposición, permiten descubrir las variables visuales modeladas por la temporalidad de nuestra atención.
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