La fotógrafa pop que emplea lenguajes satíricos para hablar sobre el aislamiento y la soledad, Maria Svarbova (Slepčany, Eslovaquia, 1988) llega a La Térmica de la Diputación de Málaga con una composición inédita de obras que conforman el repertorio reciente de la artista. La muestra monográfica, que lleva el título This is My Swim Lane (‘Este es mi carril de natación’), estará vigente hasta el 12 de febrero de 2023 y reúne un total de 68 instantáneas pertenecientes a todas sus series fotográficas, además de material audiovisual y atrezzo utilizado durante sus sesiones.
“Alejada de las modas y del imaginario general, ha construido su imaginario personal a partir de su memoria familiar y cultural,” precisa la artista cuyo trabajo se centra en varias estructuraciones sociales y parten de una visualidad procedente de espacios académicos habitados por adolescentes. Son retratos de la rigidez de nuestra sociedad y resaltan las ironías cotidianas de los esquemas occidentales.
Una de sus series más consagradas, Swimming Pools, se puede visitar en La Térmica y con las que se dio a conocer la artista a partir de 2014. Consiste en unos retratos de las piscinas públicas que sirven de escenarios donde nadadoras anónimas se convierten en algo más que humanas enfundadas en sus trajes de baño y gorros de colores. Svarbova rompe el control y las imposiciones sociales, representadas por letreros en eslovaco donde se puede leer ‘No saltar’ o ‘Prohibido el paso.’ Las nadadoras, sus sombras y reflejos, ofrecen calma y serenidad, acompañadas de la uniformidad del espacio.
Las fotografías limpias, minimalistas y un tanto nostálgicas en estas piscinas de su Eslovaquia natal llamaron la atención de la escena artística internacional y, posteriormente, su trabajo apareció en medios de comunicación como The Guardian, CNN, Forbes, y en galerías de todo el mundo.
Desde que creció en el pequeño pueblo eslovaco de Slepčany, Svarbova siempre quiso ser artista. Empezó a perseguir su sueño desde los 15 años, cuando se fue a un instituto de arte en Bratislava. Se especializó en la conservación y restauración de tallas de madera; sin embargo, en el momento de su graduación, sufría un bloqueo creativo y no pudo dibujar ni pintar nada durante mucho tiempo. Más tarde, se matriculó en la Universidad Filósofo Constantino de Nitra, donde se especializó en Arqueología. Cuando estaba en su tercer año, su hermana le regaló una cámara DSLR. Svarbova no tardó en darse cuenta de que había encontrado su medio y el propósito de su vida. La fotografía era algo a lo que se dedicaría.
Empezó a fotografiar varias veces a la semana y se dedicó a aprender, a retocar y editar sus fotos. Empezó a fijarse objetivos para su fotografía y a soñar en grande. A pesar de haber dejado de lado su especialidad, se graduó en Arqueología, y hoy está agradecida por la experiencia. Resalta la importancia del enfoque de un arqueólogo en su trabajo es muy valioso. La forma en que piensa en sus proyectos es minuciosa, detallada y los proyectos posteriores se desarrollan a partir de la experiencia de los anteriores.
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