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La Fundació Pilar i Joan Miró de Mallorca arranca su programación de 2025 con un amplio itinerario que reafirma su posición como referente en el ámbito de la creación artística contemporánea y el estudio del legado de Joan Miró. Este año, la Fundación sigue explorando dos ejes fundamentales inspirados por la obra y filosofía de Miró: por un lado, la ética y la integridad como principios que trascienden la práctica artística, y por otro, un profundo respeto por la naturaleza y el universo. Con estas premisas, la institución articula una oferta cultural rica y diversa, que abarca exposiciones, programas educativos y actividades públicas diseñadas para estimular el pensamiento crítico y el disfrute estético.

La Fundación, emplazada en un entorno único que combina la belleza de Mallorca con el espíritu creativo de Miró, organiza sus propuestas en varios espacios expositivos cuidadosamente concebidos para responder a diferentes necesidades curatoriales. Estos espacios se han consolidado como microcosmos autónomos, cada uno con una identidad propia que favorece la flexibilidad sin renunciar a su especificidad. El Espai Estrella, núcleo del legado de Miró, se centra en el estudio y exhibición de su obra. El Espai Zero fomenta la visibilidad de artistas emergentes con proyectos innovadores y cercanos. El Espai Cúbic, con su arquitectura imponente, acoge instalaciones que dialogan directamente con las características del lugar. Finalmente, el Auditori se erige como un espacio híbrido para propuestas relacionadas con el cine y el videoarte.

En el Espai Estrella, la exposición Paysage Miró será la protagonista desde el 21 de julio hasta el 11 de enero de 2026. Esta muestra se enmarca dentro de un proyecto colaborativo que conecta a la Fundació Miró Mallorca con otras instituciones culturales de Palma, como el Museu Es Baluard y el Casal Solleric, creando un recorrido integral por la obra de Miró. La exposición, que además lleva como título específico y de trabajo De los encuentros y del azar en Miró, explora el impacto de los encuentros fortuitos en su obra, tanto con otros artistas (André Masson, Pablo Picasso, Paul Klee, André Bréton, Marcel Duchamp o Alexander Calder) como con elementos de la naturaleza, objetos cotidianos y la poesía, que él consideraba inseparable de la pintura. Con una selección de piezas procedentes de instituciones como el Museo Reina Sofía y la Fundació Miró de Barcelona, así como fotografías, manuscritos y objetos personales, Paysage Miró se presenta como una profunda inmersión en el universo del artista.

El Espai Zero abre el año con Ecotro, una exposición de Laia Ventayol (Artà, 1984), comisariada por Aina Pomar, que estará disponible hasta el 23 de marzo. Esta propuesta escultórica nace del viaje de Ventayol a la isla de Jeju y de su interacción con las «haenyeos», las buceadoras de Corea del Sur, que utilizan técnicas ancestrales de pesca y de respiración en apnea. A partir de abril, Biel Llinàs (Felanitx) presentará Palaus de la memòria, un proyecto que reflexiona sobre la relación entre los espacios cotidianos y las experiencias de las personas que los habitan, integrando la geografía y la sociología en su narrativa visual. Finalmente, en septiembre, Stel·la Rahola Matutes (Barcelona, 1980) tomará el relevo con La biblioteca, una instalación compuesta por más de 2.000 piezas de vidrio borosilicato soplado rechazadas por ser consideradas defectuosas por diversos talleres de artesanos, ordenadas meticulosamente para crear un atlas ficticio que cuestiona la funcionalidad aparente de los objetos a través de la creación de ficciones propias.

El Espai Cúbic alberga hasta marzo la exposición Calder & Miró. Convidats, una muestra que celebra el diálogo creativo entre estos dos grandes referentes del arte moderno. En abril, Rosa Tharrats (Barcelona, 1983) una artista que trabaja las relaciones orgánicas de los materiales, naturales o artificiales, que, desde una subjetividad inexplorada, pueden establecer con nosotros, inaugurará Refugia (título provisional). Más adelante, en septiembre, GripFace (Palma, 1989) presentará una obra site-specific que refleja su visión crítica sobre el impacto ambiental y social del ser humano, en un estilo que combina graffiti, ilustración y diseño.

El Auditori comienza el año con la obra de Max de Esteban (Barcelona, 1959), cuya serie de cinco videos en loop estará disponible hasta marzo. En abril, Fito Conesa (Cartagena, 1980) seguirá con un programa que integra videoarte, exploración sonora y colaboraciones locales, como una intervención con la Coral de la UIB y el órgano del Casal Balaguer. A partir de septiembre, Mabi Revuelta (Bilbao, 1967) presentará La máscara habitada, una obra cinematográfica que reflexiona sobre el proceso creativo de Miró, concebida y rodada en el Estudio de Son Boter, como parte de un proyecto ganador del Premio de Creación Pilar Juncosa.

En cuanto a los programas públicos y actividades, la Fundación ofrece una amplia gama de propuestas que complementan las exposiciones. Entre los eventos destacados se encuentran el concierto de Jesús «Chuchito» Valdés (Quivicán, 1941), quien presentará la Suite Mironiana, inspirada en la conexión del artista con Mallorca; el ciclo poético-musical Constel·lacions Miró de Hèctor Parra (Barcelona, 1976) y Arnau Pons (Felanitx, 1965), y el II Simposi Internacional sobre la obra de Joan Miró, que reunirá a expertos en su legado. La programación también incluye colaboraciones con festivales como Palma Dansa y el Atlàntida Film Festival, recitales de música clásica y contemporánea, y la esperada gala de los Premios Pilar Juncosa.