Eva Beresin (Budapest, 1955) protagonizará el proyecto insólito balear, la Fundación La Nave Salinas, que abre una vez al año para acoger a un artista y una exposición monográfica de su obra. La artista austríaca de origen húngaro continuará la línea establecida por otros artistas y contemporáneos suyos que también han pasado por la Fundación como Kaws (Jersey City, Estados Unidos, 1974), Marco Brambilla (Milano, 1960), Keith Haring (Reading, Estados Unidos, 1958 – Nueva York, 1990), Bill Viola (Nueva York, 1951), Kenny Scharf (Los Ángeles, 1958) o Rafa Macarrón (Madrid, 1981) —quien protagonizó la pasada edición.
La autora ha realizado una serie de cuadros site-specific para la ocasión de la exposición que combinarán piezas de dimensiones monumentales con otras de formato más doméstico. Sus obras contienen simbologías crípticas y utilizan el concepto de la belleza para hablar sobre el horror y la tragedia. De su proceso comenta Beresin: “Hay que tener sentido del humor para sobrellevar el horror. Mi coraje para mostrar todo esto, de alguna manera, me hace reír y me anima porque, a pesar de todas las penalidades, todavía estamos aquí”.
Los trazos distorsionados y borrosos que definen su repertorio recuerdan a la obra de Paula Rego (Lisboa, 1935) ya que configuran muñecas lánguidas y desconcertantes que hablan sobre diferentes estados anímicos del ser humano. Sus obras pictóricas que son levemente autobiográficas se centran en la idea de la naturaleza cómica de la tragedia propia del comportamiento humano. Representan la banalidad de lo grotesco en escenas llenas de testigos. En ocasiones, estos testigos se manifiestan como animales y criaturas que interactúan siguiendo patrones de comportamiento humano o que miran directamente al espectador con sorpresa o desesperación.
Del trabajo de Beresin, el crítico de arte Kenny Schachter ha dicho que “sus pinturas son igualmente seductoras, hilarantes e inquietantes. Mientras se deja llevar por una falsa sensación de entretenimiento reconfortante, Eva nos golpea en la cabeza después de atraernos con sus imágenes inigualables, desenfrenadas, simbólicamente violentas e inquietantes”.
La Fundación La Nave Salinas dedica una exposición anual, desde 2015, a grandes maestros contemporáneos con el objetivo de conectar Eivissa con el circuito del arte internacional y convertir la isla, cada verano, en una cita con la creación actual. Esta ubicada en las afueras de la ciudad de Eivissa cerca de la Platja de Ses Salines en la punta más sureña de la isla. La nave que alberga la Fundación es un edificio de piedra de 700 metros cuadrados situado al borde del mar, construido en 1941 para almacenar la sal cosechada en los estanques integrados en el Parc Natural de Ses Salines.
Se inaugurará este verano y se podrá ver hasta el otoño. Las fechas aún están por confirmar.
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