El Centro de Arte La Regenta lleva desde 1987 difundiendo iniciativas y proyectos de arte contemporáneo, por lo que se ha convertido en un centro de referencia a nivel de las Islas Canarias y del Estado Español. Desde el pasado 6 de mayo el espacio acoge una exposición temporal de Alicia Pardilla (Gran Canaria, 1981), en la que se pone el foco a la problemática de los trastornos emocionales y la mella que ha causado la pandemia en las relaciones interpersonales. En este sentido, se incide especialmente en los efectos que el confinamiento, el distanciamiento social y la incertidumbre han tenido en nuestro estado anímico.
La exposición funciona desde su propia capacidad generativa de contenido, dado que, durante el transcurso de los dos meses de duración de la exposición, el espacio se convierte en un espacio de escucha en el que se reciben llamadas telefónicas anónimas, las cuales pasan a formar parte de un archivo que es transferido a unos altavoces para así ser reproducidos de forma continua. Esas experiencias íntimas, cagadas de miedo, dolor y esperanza aluden a todos esos procesos internos que la pandemia despertó en el groso de la sociedad, reencontrándonos con la empatía y el sentimiento de pertinencia que otorgan las experiencias compartidas.
Según la artista, ‘Salvar la intemperie propone, por tanto, preservar un estado de sensibilidad, vulnerabilidad y vibración que combate la banalización de la existencia, la atomización de la proximidad y los estados inertes de afectación o receptibilidad’. Con ello, establece una reflexión de fondo sobre las particularidades de nuestra sociedad contemporánea que han emergida de forma amplificada en el contexto de la pandemia. El augmento desmesurado del uso de dispositivos tecnológicos, así como la institucionalización de las relaciones sociales (mediante su regulación/ilegalización) y las diferentes estrategias neoliberales han tenido todo tipo de consecuencias excepcionales las cuales, como sociedad, generalmente hemos integrado y normalizado.
Salvar la intemperie_Call Center muestra un posicionamiento crítico con todo aquello que la pandemia ha conseguido desarticular, como son los espacios para el encuentro tangible con personas, las vivencias compartidas, la escucha activa, las expresiones de afecto… Todavía es complicado ver la magnitud de las consecuencias en las relaciones sociales de este cambio de paradigmas que supuso la crisis sanitaria provocada por la pandemia. Aún así, Pardilla se suma a esa mirada conjunta panorámica que supone el arte, mediante el cual se puede entender mejor que ha pasado y que podrá pasar.
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