Exposiciones

Último mes para visitar las exposiciones de Oriol Vilapuig y Èlia Llach en La Virreina

Escrito en el agua, de Èlia Llach  (Barcelona, 1976) es una muestra que está planteada como un libro abierto que relata un viaje sin salir de una habitación, formada por más de 700 dibujos distribuidos en dos estancias diferentes. Se trata de una especie de escenografía vital pensada para entrar en ella, pero también para acoger la fuerza de un pensamiento tras la forma de un gesto.

A partir de tres citas relacionadas con el agua y la palabra y el impacto en la memoria de Èlia Llach de Kaspar, una obra de teatro escrita por Peter Handke en 1967, se articula una exposición que, a la manera de un libro abierto, ha sido pensada y trabajada para el espacio que la acoge: una habitación.

Vista de la exposición ‘Escrito en el agua’, de Èlia Llach. Cortesía de La Virreina.

Comisariada por Frederic Montornés, la propuesta es el viaje interior de una artista que, sin salir de una sala, despoja el gesto y la palabra de cualquier tipo de afectaciones para mostrarse, desde las entrañas, a partir de su cara oculta, a partir del silencio.

Por otro lado, Imágenes Vacías, de Oriol Vilapuig (Sabadell, 1964) es una exposición comisariada por Valentín Roma, que se despliega a la manera de un conjunto de fugas tejidas entre sí. Los medios a través de los que se extiende la sinfonía son múltiples y simultáneos: palabras convertidas en imagen, dibujos y grabados saltando a una tercera dimensión, fotos y coreografías, estudios corporales que desocupan el espacio, tapices y mapas que acogen la tachadura, retratos de las oquedades humanas o sonidos que provocan estremecimientos.

Vista de la exposición ‘Imágenes Vacías’, de Oriol Vilapuig. Cortesía de La Virreina.

En el trabajo del artista las imágenes son una suerte de poiesis, es decir, un detonante que produce sentido e invita a considerar no solo la posición del artista, sino también los posicionamientos de quienes se aproximan a ellas.

Antes que un archivo de fetiches rescatados desde lo histórico o desde el presente, las instantáneas que confecciona Vilapuig participan de una triple naturaleza: vienen de lugares extemporáneos y se encaminan hacia sitios ingobernables; andan con un pie en el apocalipsis y el otro en la apoteosis, y dicen mostrándose y se vacían para que las narremos.

Consulta toda la información en La Virreina Centre de la Imatge.

Redacción

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