Pareciera que las instalaciones de Goshka Macuga (Varsovia, 1967) no tuvieran poco o nada en común. Habitualmente, adoptan formatos y se desarrollan por medio de disciplinas que destacan por su variedad. Pero sea como sea, en toda su obra encontramos un eje vertebrador común: la certeza de que en los relatos institucionales subyacen voluntades políticas no siempre transparentes. Macuga se dedica a investigar con detenimiento ciertas cápsulas de la historia en las que se hace evidente que la institución actuó como ‘gatekeeper’, término en inglés que hace referencia a ese ente que tiene la potestad de seleccionar qué se muestra y qué se esconde al público. Es por ello que sus obras se convierten en una evidencia de aquellos momentos históricos en los que la institución ha hecho uso de su poder para interferir en la opinión general de la población mediante la construcción de unas narrativas concretas.
Bajo el título Goshka Macuga. In Flux, se hace alusión al constante flujo de imágenes, referentes y relatos que atraviesan tanto nuestra memoria como nuestra cotidianidad y a la necesaria revisión a la que debemos someter todos estos elementos. Esta exposición aúna tres grandes instalaciones especialmente significativas en la trayectoria de la artista, las cuales comparten como elemento común el uso del tapiz: para Macuga este elemento representa el medio de comunicación tradicional que han usado las esferas de poder para hacer llegar al pueblo ciertas épicas y narrativas. Estos tapizes, se acompañan de otras piezas que entremezclan material de archivo y creaciones propias.
’Plus Ultra’ (2009) hace alusión a un lema propio de ciertos reyes europeos, el cual se podría traducir como ‘ir más allá’, en oposición a su forma original en latín, ‘nec plus ultra’. Con ello, reflexiona sobre los mitos fundacionales que llevaron a Europa a relacionarse desde esa perspectiva con el resto del mundo. En ‘The Nature of the Beast’ (2010), la artista toma prestada la versión del Guernica de Picasso del edificio de la ONU en Nueva York y lo combina acústicamente con un discurso del príncipe William, lo que supone una crítica de la instrumentalización del arte con fines políticos. En la instalación ‘Untitled’ (2011) la artista se centra en las políticas de censura de su país natal, Polonia. Después de 1989, se adoptó una medida política basada en el ataque y la censura de ciertas obras de arte por ser críticas con el gobierno.
Goshka Macuga. In Flux ha sido coproducida con el MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León).
Puedes visitarla hasta del 16 de marzo al 25 de septiembre de 2022, en la Fundació Antoni Tàpies de Barcelona.
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