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A las 7:52 del 20 de mayo de 1927, Charles Augustus Lindbergh marchó de Roosevelt Field, Nueva York, para realizar lo que se convertiría en el primer vuelo en solitario por el Atlántico, a bordo del monoplano Spirit of St. Louis. La revista ‘Time’ –que había sido fundada solo unos años antes–, lo eligió como Persona del Año y le dedicó un retrato, cambiando para siempre la historia de las portadas. A partir de aquel momento, los individuos elegidos para las portadas de la celebre revista, vendrían a representar una época concreta, una transformación, una innovación tecnológica, o una ideología innovadora.

Pese a su explicita mirada occidental, el ‘Time’ suele acertar. Y si Deng Xiaoping fue elegido dos veces, Richard Nixon también, al igual que Iosif Stalin. En 1938, la revista dedicó una sección a Adolf Hitler también, aunque esa vez no le dedicó la portada. En 1966, fue la vez de la generación Twenty-five and Under, los baby boomers nacidos entre 1946 y principios  de 1960. En 2006, sin embargo, fue el turno de «tú», es decir, el internauta que, a su vez, produce contenidos. En 2019, la portada fue para Greta Thunberg, en 2020 para Joe Biden y Kamala Harris, mientras en 2021 fue dedicada a Elon Musk. Y ahora, a la espera de la elección de la Persona del Año, que se dará a conocer en diciembre de 2022, el ‘Time’ ha publicado la lista de las 100 personas más influyentes del mundo.

Entre los líderes –políticos pero no solo– figuran Putin y Zelensky, pero también Ursula von der Leyen, Mia Amor Mottley (Primera Ministra de Barbados), y Joe Rogan (luchador de MMA, partidario de la legalización del cannabis y, sobre todo, creador de The Joe Rogan Experience, polémico podcast seguido por millones de personas).

En el listado hay también varios actores, como Simu Liu, Andrew Garfield, Zoë Kravitz y  Sarah Jessica Parker. La única artista visual es Faith Ringgold, una pintora y escultora estadounidense, conocida especialmente por sus célebres mantas narrativas y por su investigación política y socialmente comprometida. En 2019, la Serpentine Gallery de Londres presentó una importante retrospectiva de su obra, la primera gran exposición de Ringgold en una institución europea.

En la década de 1970, Ringgold participó en diversas manifestaciones feministas y antirracistas, militando en organizaciones y colectivos. En ese momento, junto con su colega artista Poppy Johnson y la crítica de arte Lucy Lippard, fundó el Ad Hoc Women’s Art Committee, para abordar el problema de la representación femenina en los circuitos artísticos. En protesta por la exhibición anual del Whitney Museum de Nueva York de 1970, imprimieron boletos falsos y distribuyeron un comunicado de prensa inventado que afirmaba que la mitad de los artistas en la exposición serían mujeres, con un alto porcentaje de artistas negros, asiáticos y puertorriqueños –lo que obligó al director del museo a emitir una contra-declaración, para explicar la realidad de los hechos.

Luego, en la categoría dedicada a la innovación, se encuentran diferentes personajes del espectáculo, como la cantante y actriz Zendaya, el director Taika Waititi, el fundador de Nubank David Vélez, o los científicos que lideraron el mapeo integral del genoma humano Adam Phillippy, Karen Miga, Evan Eichler y Michael Schatz. En la misma categoría, el arquitecto Francis Kerè, originario de Burkina Faso y radicado en Alemania, pionero de la arquitectura sostenible.

En la clasifica encontramos además Maya Lin Ting, escultora y arquitecta paisajista –conocida sobre todo por el Vietnam Veterans Memorial en Washington, un monumento que enumera, en orden cronológico, los nombres de las 58.318 víctimas estadounidenses de la guerra de Vietnam. En la década de 1970, se organizó un concurso para la construcción del un monumento que se colocaría entre los ya existentes dedicados a los presidentes Washington y Lincoln. Entre los múltiples proyectos candidatos, se eligió la propuesta de Maya Lin Ting, entonces joven alumna de Richard Serra, cuyas influencias minimalistas se pueden reconocer en la ambientación del monumento, compuesto por dos paredes de granito negro pulido que se unen en forma de V. Al principio la obra recibió bastantes críticas, y en parte por los orígenes asiáticos de Maya Lin Ting –nacida en Ohio en 1959 y nieta de Lin Huiyin, célebre arquitecta de la República Popular China y primera mujer arquitecta del país.

Entre sus últimos trabajos, el Bosque Fantasma, 49 árboles desnudos y sin vida instalados en Madison Square Park, Nueva York. Se trata precisamente de 49 cedros del Atlántico, procedentes del bosque de Pine Barrens en Nueva Jersey, un pulmón verde en riesgo de desaparición por la rápida urbanización de la zona.

Otro nombre conocido por las crónicas del arte es el de Nan Goldin, incluida por el ‘Time’ en el ranking de los Pioneros. Recientemente galardonada con el Premio Käthe Kollwitz 2022, otorgado por la Academia de las Artes de Berlín y dedicado a fotógrafos contemporáneos, Nan Goldin es un ícono de los derechos LGBTQ+; su Ballad of Sexual Dependency (1986) representó de manera despiadada y lúcida, una época que se prolonga hasta nuestros días.

Después de haber experimentado de primera mano los efectos de la adicción –en concreto, de la oxicodona– fundó el colectivo PAIN – Prescription Addiction Intervention Now. Junto al grupo, organizó protestas y sentadas frente a los principales museos del mundo, desde el Guggenheim hasta el Louvre, pasando por la Tate Modern y el Metropolitan Museum of Art, literalmente destapando la caja de Pandora sobre la «filantropía tóxica» de las instituciones culturales y sobre el artwashing de empresarios «patrones», como los Sacklers –familia al frente de PurduePharma, farmacéutica que produce OxyContin -un fármaco que provocó la muerte de miles de personas en Estados Unidos por sobredosis. A raíz de sus protestas, que hemos podido contar en muchas ocasiones, muchos museos han roto sus relaciones con los Sackler.